AGUAS PROFUNDAS
Deep Water
Adrian Lyne
Thriller
2022
SINOPSIS:
En Nueva Orleans, Vic Van Allen, un marido adinerado que permite que su esposa Melinda tenga relaciones extramatrimoniales para evitar el divorcio, se convierte en el principal sospechoso de la desaparición de los amantes de ella...
OPINIÓN PERSONAL:
Había cierta
expectación por ver el resultado (demorado en demasía desde que finalizó su
rodaje) del nuevo proyecto de Adrian Lyne que reúne como pareja protagonista a
Ben Affleck y Ana de Armas en una historia de un género al que el director ha
dado sus mejores películas: el thriller erótico. Con títulos como 9 semanas y
media, Atracción fatal o Una proposición indecente uno se puede hacer
fácilmente a la idea de qué podemos encontrarnos ante dicha premisa. Incluso en
su estreno más reciente que fue Infiel (diciendo “reciente” porque siendo su
última película estrenada han pasado ya la friolera de veinte años), podemos hallar
las similitudes de qué quería hacer y no ha terminado por conseguir. Porque la
realidad es que estamos ante un proyecto interesante de una
adaptación de la escritora Patricia Highsmith con
un resultado fallido.
Aún me cuesta creer que Sam Levinson (conjuntamente con Zach Helm) haya escrito un guion como este tras su rotundo éxito como creador de Euphoria o Malcom and Marie. Pero esta será la primera de las incontables incoherencias que tiene este proyecto que provoca desconcierto e hilaridad a partes iguales en el espectador.
La razón por la que directamente tras numerosos retrasos en su fecha de estreno haya ido a una plataforma de streaming, en este caso Amazon Prime Video, era evidente. El resultado no era el esperado. Ojala se acercase lo más mínimo. Esta película quiere ser muchas cosas. Quiere ser una mezcla de Perdida de Fincher e Infiel del propio Lyne y no es capaz de aunar nada de lo mejor de ambas películas. Le falla la intención y fundamentalmente la historia en un guión muy pobre, lleno de cliches y de diálogos ridículos donde no goza de la brillantez, la oscuridad y la intrincada picardía que había en Perdida. Que es el espejo donde quiere verse y no logra ni obtener su reflejo. Los personajes se quedan en absoluto plano, no hay un desarrollo ni un arco dramático que poder ampliar, se quedan en arquetipos y ya: el marido celoso y la esposa sexy y atractiva que tiene amantes.
No hay complejidad ni profunidad en ninguno de los dos protagonistas.
Si además le sumamos la desgana interpretativa de Affleck, poco más se puede
hacer. La única que aporta ilusión al asunto es Ana de Armas, que logra brillar
por sí misma más que por el papel en sí, en su faceta de femme fatale.
Hay unos fallos
de edición y unos cortes inexplicables a lo largo de toda la película que te
sacan por completo de la narración. Son tan extremadamente evidentes que es
imposible como espectador captarte y
lograr que tu atención se fije en algo más que eso. Incluso en algo que Lyne
hizo marca de la casa, como eran las escenas eróticas aquí falla por completo.
Desprenden más bochorno que erotismo y si, la incomodidad en quien las ve.
Entre los protagonistas se quiere mostrar un juego psicológico entre ambos y peligroso, pero lo que quiere ser atrayente resulta grotesco y lo sexy, basto.
Esta película termina siendo un fallido “lo que quiere ser y no puede”. No puede por falta de tramas, de diálogos que despierten la risa no buscada intencionadamente y por una dejadez en su dirección y montaje fundamentalmente. Si además como thriller ni mantiene expectación porque es tan evidente todo lo que va a pasar, que no vale ni como historia de suspense. La recomiendo solo para fans de Ana de Armas.
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