WEST SIDE STORY, Steven Spielberg

 

WEST SIDE STORY

Steven Spielberg

Musical

2021

 

 

SINOPSIS:

Tony y María, a pesar de tener afiliaciones con pandillas callejeras rivales, los Jets y los Sharks, se enamoran en la ciudad de Nueva York en la década de los 50. Nueva versión del legendario musical 'West Side Story', a su vez adaptación de una famosa obra de teatro de Broadway.

 

 

 

OPINIÓN PERSONAL:

El musical no es el género al que más predispuesta estoy a ver cuándo decido sentarme a disfrutar de alguna pelicula, seguramente porque termino siendo persona de extremos y o bien acabo amándolas y deseando verlas una y otra vez o no logro entrar en su propuesta y acabo en el opuesto.

En este caso, la razón por la que finalmente he visto la película han sido dos: una para estar al día de todas las nominadas en los días previos a la carrera de los Oscars. Pero fundamentalmente iba a ver la película antes o después porque la ha dirigido Steven Spielberg. Simplemente con su nombre no me es necesario ni conocer el género ni reparto ni sobre qué versa la historia. No lo necesito, solo deseo ver su trabajo.

Nada más empezar, con ese inicio tienes la innegable sensación de que estás presenciando un cine trasladado a otra época. Y si bien durante el transcurso de la película la estética luce actual, hay un esmerado mimo en la puesta en escena, en el plano técnico para que nos traslade a un cine que ya no se hace. Y esto es toda una declaración de intenciones.

Recomiendo verla en v.o.s.e ya que se hace uso del spanglish haciendo más real la propuesta con respecto al clásico original. Fue un empeño del propio director y es uno de los aciertos de esta nueva adaptación.

Algo que por el contrario veo negativo es su excesiva duración. Son 156 min que terminan pesando en el espectador pese a que muchos sean centrados en momentos puramente musicales. Los números de bailes son espectaculares, en mi opinión brilla más la puesta visual tanto por el vestuario, la puesta en escena, la coreografía como el aspecto técnico de dirección que las propias canciones. Excepto las más conocidas del original protagonizado por Natalie Wood no hay ninguna que pueda reseñar especialmente. A quien tengo que destacar en esta labor es a la actriz que da replica al papel que en su momento encarnó Rita Moreno y es Ariana DeBose. Sus movimientos limpios, llenos de fuerza a la par que elegantes se mezclan con una cualidad que traspasa la pantalla y es que no puedes dejar de mirarla en cuanto está en escena pese a que no sea la protagonista. 

 

En esta oda de amor al cine clásico que lanza el director no ha faltado el mimo y cariño de mostrar algo distinto y ha sido el homenaje que hace a la propia Rita Moreno dándole un nuevo papel y otorgándole un número musical más íntimo pero emocionante por lo que significa su presencia en esta película.

Hay una clara reivindicación sobre el tratamiento y la vivencia de la propia violencia en nuestro día a día y como debe ser combatida no desde la propia violencia. También expone otro tema que desgraciadamente es tan actual como es la xenofobia. Ver como la anterior propuesta original de esta película fue estrenada en 1961 y ver como esta actualización es del año pasado y observar que las cosas no han cambiado como deberían. Es un debate que subyace más alla de esta representación musical basada en la obra de Romeo y Julieta de Shakespeare.

Lo más destacable es sin duda el trabajo de planificación previa que hace Spielberg. Se me antoja que ver esta película sin ningún tipo de sonido, solo observando cada plano, cada ángulo y disfrutar de la magnífica fotografía de Janusz Kaminski podría ser un gran y placentero espectáculo cinéfilo.

En resumen, una película de obligado visionado por llevar la rúbrica de quien la dirige más que por la razón por la que se actualiza un clásico del género musical. Es Spielberg y no se necesitan más motivos.